Mientras exploraba la historia de la Gran Historia, pronto me tuve noticias
de que en la misma época el historiador estadounidense John Mears había comenzado a enseñar, con un enfoque similar de la historia,
en la Southern Methodist University. La aparición de Internet en la década de los años '90 permitió una exploración adicional de trabajos
a nivel mundial, lo que llevó a una comprensión mucho más profunda de la Gran Historia, explicada con más detalle en el capítulo 1
del libro. Lo que sigue es un resumen de esa parte.
Todas las sociedades conocidas han contado historias sobre el pasado profundo.
Al hacerlo, trataron de responder a sus grandes preguntas sobre cómo todo había llegado a ser como lo conocieron. Durante la mayor
parte de la historia humana, una gran parte de estas historias se basaron en opiniones pre-científicas. En Europa, por ejemplo, desde
la Edad Media hasta el siglo XIX se comenzaba con el mito de la creación, seguido por los acontecimientos de Mesopotamia, Egipto,
Grecia, Roma y, desde entonces, hasta ahora.
En el siglo XIX la emergente geología dejó claro que la Tierra tenía que ser mucho
más vieja que lo sugerido en el relato bíblico. Esto llevó al abandono de esa historia para pasar a las versiones académicas de la
historia. El resto se mantuvo y evolucionó con el tiempo por primera vez en la trayectoria de la Civilización Occidental y más tarde
también en la historia del mundo.
Durante la primera mitad del siglo XIX se hicieron intentos para formular puntos de vista que
abarcaban toda la realidad basada en la ciencia, sobre todo por el naturalista prusiano Alexander von Humboldt y por el autor escocés
Robert Chambers. El aumento de la especialización académica y el surgimiento de los estados nación durante la segunda mitad del siglo
XIX llevó tanto al abandono de tales enfoques como al surgimiento de la historia académica moderna basada en fuentes literarias.
Al
abandonar la historia bíblica de la creación, las grandes preguntas acerca de todo nuestro pasado también se echaron a un lado. En
el siglo XX los astrónomos descubrieron una historia del universo, mientras que los científicos de la Tierra encontraron maneras de
datar las rocas, lo que permitió la construcción de una línea temporal de la historia de nuestro planeta. En las décadas de los años
'50 y '60 el astrónomo de Harvard Harlow Shapley y el científico de la NASA Robert Jastrow se dieron cuenta de que este nuevo conocimiento
ofrecía la posibilidad de escribir historias originales basadas en la ciencia acerca de todo y que, al hacerlo, proporcionaban respuestas
frescas a las preguntas sobre el gran origen de una manera científica moderna.
El primer curso conocido sobre Evolución Cósmica
lo organizaron en la Universidad de Harvard en 1975 los astrofísicos George Field y
Eric Chaisson. Este último se convertiría en uno
de los pioneros de la evolución cósmica, también a causa de sus ideas teóricas innovadoras. El astrónomo francés-canadiense
Hubert
Reeves también debe ser considerado un pionero.
En el enfoque de la evolución cósmica la mayor parte del énfasis se pone en la
historia del universo, mientras que la historia humana sólo representa una muy pequeña parte de la historia. En las décadas de los
años '80 y '90, otros científicos escribieron relatos similares, con especial énfasis en sus propias disciplinas. Cuando en la década
de los años '80 John Mears y David Christian conectaron estas historias científicas a otras más detalladas de la historia humana,
nació la Gran Historia como un nuevo campo académico. Como resultado, las antiguas grandes historias que todo lo abarcan, volvieron
de una forma académica nueva y rigurosa.
Ahora estamos aprendiendo que, al observar esas escalas muy grandes, patrones simples
que antes permanecían ocultos, se hacen ahora visibles, mientras examinamos porciones más pequeñas del pasado. Este es uno de los
descubrimientos más emocionantes e inesperados que se han hecho en la Gran Historia. Hoy en día sólo estamos comenzando a explorar
más allá de estas tendencias.
En 2008 el cofundador de Microsoft, Bill Gates, inició una colaboración con David Christian
para construir
un web site que ofrece todos los materiales que se necesitan para enseñar la Gran Historia en institutos de todo el
mundo. Hoy en día, cientos de escuelas en diferentes países de todo el mundo participan en este programa.
Como parte de este
desarrollo, la Asociación Internacional de Gran Historia (
International Big History Association) se fundó en agosto de 2010 en el
Observatorio Geológico de Coldigioco, Italia.